Desde las instalaciones de Monómeros se llevó a cabo un emotivo concierto liderado por la Fundación Monómeros, en homenaje a la fortaleza colectiva de la empresa, de los barranquilleros y del país.  

La presentación estuvo a cargo del ensamble ‘Música para la paz’, integrado por niños y jóvenes que, a través de sus historias de vida, voces e instrumentos, transmitieron un mensaje de esperanza y transformación.  

Fue un encuentro cargado de simbolismo, propósito y arte, que reunió a colaboradores de la compañía, periodistas, aliados institucionales y representantes de los sectores social, educativo y empresarial. 

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El director de la Fundación Monómeros, David Beltrán, mencionó que “este ensamble de percusión y coro ‘Música para la paz’, es un proyecto artístico integrado por más de 200 niños, niñas y adolescentes de la comunidad del barrio Las Flores, que durante más de dos años han construido una puesta en escena que resalta los ritmos tradicionales de nuestro país”. 

El espacio fue diseñado como una expresión simbólica que reconoce las virtudes de resiliencia, esperanza y firmeza que nos unen y nos representan como organización, como ciudad y como país.  

Durante el evento, el gerente general de la fundación, Iván Sánchez, declaró el 27 de junio como el Día de la Resiliencia y la Esperanza. 

La ceremonia concluyó con la develación de una placa conmemorativa, símbolo tangible de esta nueva tradición, y una presentación especial de los músicos ‘Colectivo aduana’, quienes con su intervención cerraron la jornada interpretando la canción ‘Fuerza y vida’, una emotiva pieza dedicada al campo colombiano, escrita por el gerente general de la compañía.